26 mayo 2005

Etimologías

Dicen los obispos que la unión ante la ley de una pareja homosexual no puede ser un matrimonio. Alegan principalmente tres razones:

La primera es de orden puramente religioso: El matrimonio es un sacramento instituído por Dios para la pareja heterosexual. Además, la ley de Dios prohibe la sodomía. Es cierto. Desde el punto de vista de un creyente cristiano que acepte a machamartillo la doctrina de la Iglesia desde los tiempos del emperador Constantino. Pero entonces tampoco es matrimonio la unión civil en los juzgados de una pareja heterosexual que no ha pasado por la vicaría. ¿Nos proponen los obispos que eliminemos el matrimonio civil? ¿Volvemos al Nacional Catolicismo?

Hay una segunda razón, basada en el Derecho Natural. Lo natural es que el macho de cada especie se empareje con la hembra para procrear. Vale. Estadísticamente hablando, es la opción mayoritaria. Pero desde Freud sabemos que la naturaleza es en realidad polimorfa perversa. ¿Es que los obispos nunca han visto dos perros machos chingando? ¿Debemos recuperar la poligamia, que es la modalidad sexual más común en la naturaleza de las especies cercanas a la humana?

La tercera y última de las razones es la que nos da la clave de todo el asunto. Dicen los padres de la Iglesia –y quienes rechazan la nueva ley desde un punto de vista estético- que la palabra "matrimonio" viene del latín "mater", o sea, madre. Y por tanto no se puede aplicar a la unión de dos hombres. ¿Y a la de dos mujeres, por qué no?. ¿Valdría la fórmula para las chicas bollo, debiendo los chicos mariquitas adoptar la palabra "patrimonio", del latín "pater", padre? Y aquí viene lo bueno: Resulta que matrimono viene de "mater" y de "moneo", dinero. Y en latín, matrimonio significa exactamente "el dinero de la madre", así como patrimonio es "el dinero del padre". Porque la institución del matrimonio –frente a lo que la Iglesia suele dar a entender- es muy anterior al cristianismo. Y el matrimonio fue, es y será siempre un contrato privado, para asegurar y resolver cuestiones de índole económica en el seno de una pareja y en su relación con la sociedad. Pese a visiones religiosas o románticas del tema.

Las palabras evolucionan con los cambios sociales y dentro de unos años estaremos tan acostumbrados a los matrimonios homosexuales que a nadie le sonarán mal. Palabras más raras se han visto: Su Santidad Benedicto XVI es el Sumo Pontífice. Pontífice viene del latín "pontifex-icis". Que significa "el que construye los puentes". Sobre el Tíber, concretamente.

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