30 marzo 2005

Mi vida - 1983


Estábamos en marzo de 1983. La mili ha terminado, tengo mi carnet de conducir, tengo mi carrera de económicas a falta de una asignatura, soy joven y guapo, la vida me sonríe. Y sin embargo entro en una fase abismal de depresión. Mis amigos de antes han cambiado o ya no están o ya no me interesan. Mi familia me abruma: les quiero pero no puedo darles lo que me piden al nivel que merecen. Es el momento de la verdad, el fin de la vida imaginaria de Peter Pan que he llevado hasta entonces. Y me pilla en el peor momento emocional: tras 14 meses de mili, tengo los nervios a flor de piel y la autoestima por los suelos.

A falta de otras perspectivas laborales, preparo oposiciones a administrativo para el banco donde trabaja mi padre. Pero yo no quiero ser empleado de banca, yo quiero ser Rico y Famoso. Me intento convencer de que el banco es una solución provisional mientras llega el mecenas que me descubra y me lance al estrellato.

En estas condiciones me llama Javier, mi ex que nunca lo fue. Me propone unas vacaciones en Lisboa. Me apunto ilusionado y a principios de julio hacemos el viaje. Lisboa me entusiasma, pero mi relación con Javier pasa de la adoración al odio. Durante los siguientes dos años no nos hablaremos.

En septiembre empiezo a trabajar en una sucursal. Me ponen en una ventanilla, sustituyendo a un jubilado. Es el modelo oficina siniestra. El director me llama por el apellido y guarda los caramelitos de promoción en la cámara acorazada. El apoderado luce melenita Bee Gees, anillazo con sello nobiliario y uña extensible multiusos en el dedo meñique. El único compañero de mi edad es un simpático vallecano con una informada opinión sobre los homosexuales: "los que lo son por enfermedad tienen que estar en un hospital, pero los que lo son por vicio habría que matarlos a todos"

Trabajo de pie en mi ventanilla de 8 a 15 horas, de lunes a sábado. Y me pagan 54.000 pesetas (324 euros). La mitad de lo que ganaba con las bodas Lord Winston’s. Me siento estafado. Y a los quince días de estrenarme, entran dos yonquis y atracan el banco. Uno de ellos, el más pardillo, me pone la pistola en la cabeza y me dice que me tire al suelo. Imposible, apenas quepo en mi estrecha ventanilla. Se le cae la pistola, se pone más nervioso y salen corriendo con unas pocas pesetas. No duermo en una semana.

Para intentar superarlo y pensar en otras cosas me apunto con Miguelón a un gimnasio oriental. Se trata de volver a ponerme en forma y aprender artes marciales. El primer día hacemos un ejercicio de precalentamiento. Salto descalzo a la pata coja sobre el tatami de plástico, resbalo y me golpeo con fuerza el pie contra la pared. Caigo aullando de dolor. Viene el monitor oriental, estudia el caso y me estira los dedos. Aullido. El amarillo me pone pomada del Tigre en el pie y me venda con una gasa: "¡Medicina china, buena, mañana culado!". Al día siguiente me levanto para ir a trabajar. Imposible dar un paso. Mi padre dice que estoy exagerando. Llorando de dolor, me pongo los zapatos y salgo a la calle. El dolor crece aún más si cabe. Vuelvo a casa y me llevan a Urgencias. Radiografía. Cuatro dedos rotos y escayola hasta la rodilla durante mes y medio. El forzado reposo me proporcionará unos kilitos de más y mucha más depresión.

Dios aprieta pero no ahoga: Cuando por fin salgo de casa, lo hago para acudir en el cine Proyecciones al estreno mundial de "Entre Tinieblas". Luego me voy yo sólo, con mi escayola y mi bastón, a tomarme una copa en el Ras, con gran éxito de crítica y público. Es como el punto de inflexión que necesitaba: Después de haber caído tan bajo, uno sólo, puede rebotar. Y en 1984 las cosas van cambiar a mejor.

18 marzo 2005

Recursos Humanos


Autobiográfico. Me sucedió en enero de 1997, cuando aún trabajaba en el departamento de Corporate Finance y estaba a punto de pasar a depender de la Biblioteca.

Son las seis y media de la tarde y ya hace una hora que yo debería estar en mi casa, pero estoy ocupado terminando de resolver un marrón. Rodrigo Alvarez de Lopetegui, director del área, enjaezado en su flamante traje de H.Boss entra en la sala y sin saludar, se sienta despreocupadamente en una mesa próxima a la mía. Se atusa la corbata de Hermès, descuelga el teléfono y marca un número.
...
Borja, soy Rodrigo... ¿qué taal?... Oye, mira, que acabo de hablar con Charo y lo de la compra de los portugueses está hecho... Si, ningún problema político... No, porque ahora se compra y se dice que se mantienen las fábricas y los puestos de trabajo, pero dentro de tres años se declaran pérdidas, se cierra todo y nos quedamos con solares que valen mucho más, una vez recalificados... Oye, nos vemos esta noche y hablamos, tomando una copa, okey?... Un abrazo, Borja, hasta luego.
...
Se echa hacia atrás un mechón rebelde y rubio que ha caído sobre su frente bronceada. Bosteza y se estira. Pone los pies (enfundados en lustrosos Bally) sobre la mesa de mi compañera. Suena ahora el teléfono en su despacho. Como no está la secretaria, lo recupera desde donde está repantingado.
...
Hellooo... Si, soy yooo... Gonzalo! Qué alegría!... Si, no nos vemos desde el San Estanislao de Kostka... Y qué haces ahora?... Puenting, qué divertido!... Ah, fenomenal, fenomenal... Pues aquí tenemos un montón de trabajo... Si, precisamente ahora salen dos personas de este área y hay que sustituirlas... No, lo que hacemos va de Bolsa y tal... Mergers and Acquisitions, Ai Pi Ous, lo normal... Pero no importa, Gonzalo, NO NECESITAS CONOCIMIENTOS, lo importante es QUE ENCAJES!

15 marzo 2005

Movimiento Cocacola

Sin que sirva de precedente, un post de la más palpitante actualidad:

Suena el interfono en mi despacho:
- Don Alfredo, un adolescente impertinente pregunta por Ud. ¿Le recibe o le digo que está reunido?
- ¿Está bueno, Conchita?
- Pues ya sabe que yo llevo rollo bollo y a mi los hombres, ni fu ni fa, pero si, responde a los cánones de la belleza clásica.
- ¡Hágale pasar inmediatamente! /.../
- Buenos días, joven
- K tal, carroza?
- ¿A qué debo su agradable visita?
- Pues que mi vieja quería trabajar en esta mierda empresa y presentó su curículum, pero como no tenía referencias, no la han cogido, y entonces yo vengo a darle referencias, porque es una tía de puta madre que me engañaba con el rollo de que me volvería verde si comía muchas espinacas y tal y todo eso.
- Mira, edípico guapetón, es que pedíamos una brillante profesional de la física cuántica con diez años de experiencia en nanotecnología aplicada, finlandés fluido, dedicación absoluta y salario mínimo interprofesional, y tu madre no daba el perfil. Pero me has convencido con lo de las espinacas, quiero que trabaje con nosotros, le podemos dar el puesto de pinche eventual de cocina, que también está libre...
- Y usté tiene referencias?
- Voy sobrado, rey. A propósito, me enloquece tu perfil, ¿te gustan las películas de romanos?
- Molan. También molan las cárceles turcas.
- Conozco un maravilloso restaurante turco muy cerca de aquí, te invito a cenar y hablamos, me gustaría ofrecerte un puesto de trabajo en nuestra organización.
- Y de qué va?
- Assistant Manager del área de RRHH. Un chollo: 60.000 euros brutos anuales más stock options, coche de empresa, incentivos en especie...
- Y qué tengo que hacer?
- Putear al personal para que trabajen a tope sin quejarse de las largas jornadas, los sueldos de miseria, el mal funcionamiento en general de la empresa.
- Mooolaaaa!!!
- Me parece que éste es el principio de una hermosa amistad...

10 marzo 2005

La Mili. Ultimo capítulo.


Y llegó el ansiado día de la liberación. Esa noche bebimos, bailamos, nos prometimos eterna amistad. Y al amanecer del día siguiente nos separamos, sabiendo que cada uno tendría una vida muy distinta y que era casi seguro que nunca nos volveríamos a ver. Que si eso alguna vez sucedía, no nos reconoceríamos, no reconoceríamos en nosotros mismos al soldadito que fuimos, tan lejos en el espacio-tiempo del personaje cerrado, conformado y conforme que hemos llegado a ser.

Deambulé con Xavier por la madrugada de Salamanca, sin llaves para entrar al piso. Ibamos a quedarnos todo el fin de semana en la ciudad, ibamos a disfrutar juntos unos días nuestra recuperada libertad. Vimos amanecer en la estación de Renfe y finalmente, Marcelino nos abrió la puerta. Me quedé dormido, extenuado, y un par de horas después me despertó Xavier. Se iba, tenía la maleta preparada, le esperaba su novia en Barcelona. El sueño y la resaca me dejaron mudo. Un rápido abrazo y la promesa de vernos pronto. Al cerrarse la puerta, un café cargado abrió las compuertas del llanto. Todavía mediodormido visité a Santi, visité a Dionisio, llorando como una Magdalena. Inconsolable.

Sin embargo, todavía vi a Xavier durante un tiempo. Estuve varias veces en su casa de Barcelona, un bonito apartamento en la calle París. Pero fuimos perdiendo el contacto, alejados más por estilos de vida muy dispares que por la distancia kilométrica. La última vez que supe de él fue durante la enfermedad de mi madre, en 1991-1992. Llamó para contar que se mudaban a Sabadell, yo no estaba en casa y mi madre apuntó la nueva dirección y el teléfono en un papelito que yo guardé sabe Dios dónde.

07 marzo 2005

Cartas - Enero / Febrero 1983


13/01/1983 – (Tras unos días de permiso navideño en Madrid). Fue muy duro pasar del calor del hogar a la heladora desolación del páramo cuartelario. Pero aquí estamos, casi repuestos del jet-lag y convertidos en expertos bisabuelos al borde de la licencia. Creo que necesitaré la ayuda de algún dragón para atravesar el Mar de Niebla y encontrar la fuente de la Vida que me permita regresar al Mundo Real. En otras palabras, casi he terminado la Interminable, y con esto quiero decir tanto la mili como el libro de Ende.

19/01/1983 – El cuartel entero bulle por la proximidad de la licenciatura. Se sabe que el machaca del comandante ha oído decir a un brigada que conoce a la sobrina del portero del coronel, que nos vamos del 18 al 21 de febrero, pero también puede ser el 25, o sea que vete tu a saber. Esto es como una de Hitchcock, tensión hasta el final. Mi último entretenimiento es coleccionar letras para el Bimbojuego. Ya tengo B________ego. Si consigues reunir todas las letras ganas un juego electrónico. Esto exige un ingente consumo de pastelitos, en perjuicio de mi pobre estómago.

21/01/1983 – Ya sólo me quedan tres letras para completar el Bimbojuego: IMB. He calculado 20 días más en el cuartel, a dos pastelitos por día son 40 pastelitos. Si en 40 Bonys no me salen tres letras, me da algo. Pero mi línea no corre peligro pues he entrado en una fase de frenética actividad: Ayer, por ejemplo, hice instrucción en el cuartel, marcha en los Montalvos, corrí para llegar a tiempo a la autoescuela, y otra vez a correr para llegar a tiempo al María, deslumbrando a la distinguida clientela con mis bailes energéticos. (María: La discoteca más pija de Salamanca en 1983, llena de estudiantes de Farmacia y gente fina en general)

23/01/1983 – Por tu carta me entero de que estuviste merendando con Wim Wenders. Te diré, monina, que yo estuve ayer precisamente en la fiesta de Andy Warhol en la galería Vijande, con Garrigues Walker, Senillosa, Arranz Bravo, Alexanco, Luis Escobar, Bernardo Bonezzi y otros Zombis, Radio Futura, los hermanos Roth, Luis Antonio de Villena, Vicente Molina Foix y Pitita Ridruejo. Todos ellos te envían recuerdos. Andy me regaló un bote de sopa y me dijo que a partir de ahora sólo pintará botes de Cola-Cao.

24/01/1983 – Como bisa potente que soy, controlo la situación y me escaqueo de casi todo. Hoy me he librado de dos teóricas, una de las cuales corría a cargo del Pater. Ayer descubrimos un sitio donde ponen videos musicales importados de Devo, Blondie, Culture Club, Madness y otros degenerados. Además, ya sólo me queda la letra M para terminar el Bimbojuego. Por otra parte, aquí se calcula el tiempo en dartacanes. Por ejemplo, el bisa dice: "Me quean tres Dartacanes", lo que significa 3 semanas. También se dice "Me llaman el pelanas porque me quean semanas" o bien "Me llaman el Mesías porque me quean días". Todo en la mili son sorpresas y hallazgos idiomáticos.

03/02/1983 – No es que esto no me guste: La ciudad es preciosa, la gente encantadora y el tiempo primaveral. Pero es que llevo ya 13 meses de vacaciones y ya va siendo hora de volver al trabajo: No me quea mili ni pa’ regalá. Y ya soy casi conductor, después de pasar el teórico y las maniobras. El examen fue facilísimo y pasé un buen día, por el escaqueo del cuartel y la oportuna celebración posterior. Estuve viendo Blade Runner y alucina, tía, joé. Harrison Ford y la chica Nexus 6 y los malos malísimos y la ambientación y la historia, tremendo, alucina, vamos, joé.

09/02/1983 – Me suspendieron el examen de prácticas. Pero este pequeño inconveniente no perturba mi espíritu, sé que tarde o temprano seré conductor. Hoy tengo cabocuartel, pero entre que la gente está de maniobras o de guardia o en su destino, aquí no queda nadie, así que llevo todo el día con los cascos escuchando a Joy Division.

20/02/1983 – Ya no hace frío, pero amenaza lluvia. El jueves llegaron los de las maniobras de Zaragoza. Parecían supervivientes de un accidente aéreo en los Andes. No se pudieron lavar en diez días porque el agua estaba siempre congelada. Y a veinte bajo cero en tiendas de campaña como para ir de camping a Benidorm. Nos queda la sospecha de que se comieron a alguien o le prendieron fuego para calentarse un ratito. El caso es que el próximo viernes ya estaremos suficientemente destrozados para que nos jubilen de una vez. Hoy es domingo, son las siete de la tarde y estoy el el Hogar del Soldao con el brazalete de Vigilancia. En la tele ponen circo y salen unos payasetes. Ya me he comido dos Bonys y dos vasos de cocacola. Y es un asco, no?, toda esta gente vestida de verde, todo tan sucio y deprimente. Ahora ha llegado Ramón, de policía militar, y en cuanto termine de comerme el bocadillo de tortilla francesa con jamón me acercaré a su mesa a ver si me da algo de charla. ¡Cielos, que domingo más largo! Por fin llegó A, todo lleno de calvas alopécicas y me liberó de mi Vigilancia. He estado con Ramón hablando de ensaladas. Hemos coincidido en que es una de las tardes más vacías de nuestra existencia. Ahora son ya las nueve y estoy tumbado en la compañía, oyendo Radio 3. Now you’re living in your own private Idaho.

22/02/1983 – Bueno, pues pasó todo. Ya es seguro que me voy el viernes 25. Hoy hemos empezado a entregar cosas y firmar papelotes . Es maravilloso.

03 marzo 2005

Cartas - Diciembre 1982


02/12/1982 – Hace un frío intenso y está nublado. Los bisas se arrastran, demacrados y enjutos, a lo largo del pasillo-entre-las-camas, o pululan mediodormidos junto a los camiones humeantes. De vez en cuando, un ser de rasgos aún humanos se acerca al pabellón preguntando por su destino. Voces ásperas le acogen al grito de SHIIIVOOOO!!!!. Las víctimas se convierten en verdugos y colaboran en la realización del Holocausto. Pero frente al aborregado comportamiento de la masa, un grupúsculo de ardientes defensores de la dignidad se levanta contra los designios de la tiranía: ¡Es el FAP y su heróica lucha anti-puteo!... Lo dejo un momento, me voy al Hogar a comerme unos Bonys.

03/12/1982 – El FAP de momento mantiene su tabla reivindicativa en niveles mínimos, pero la defiende tenazmente (estrategia a largo plazo). La autoescuela sigue donde estaba. Ahora ya hago aparcamientos, bordillos, rampas y otras tontadas. Al profesor le encanta el programa de Elena Francis, siempre lo lleva puesto en la radio.

13/12/1982 – (Después de un fin de semana en Madrid) Ayer llegué de madrugada en medio de un frío espantoso. Me encontré con un piso en perfecto desorden y, más tarde, con una compañía totalmente caótica: Gente borracha, terribles amenazas del sargento-semana y ese olor tan especial, lovecraftiano, que impregna cada rincón. La situación me sobrepasa, quiero volver.

17/12/1982 – Ayer estuvimos cenando en la tortillería. Yo ya me había despachado un par de empanadas y un pastelazo de chocolate. Entonces me tomé una sopa de cebolla y un pastel de tortillas (espinacas, atún y patatas, con salsa rosa). La manzanilla no pudo evitar un sentimiento de culpa gástrica. Así que hoy estoy a dieta de nada con nada. Ya sabes que la nada es sumamente nutritiva y, como diría Andy Warhol, es lo único que no te hace salir granitos en la cara. Esta mañana se marchó el primer turno de vacaciones navideñas. Nos hemos pasado el día vulgarizándolo todo con guirnaldas, colgaduras y un precioso Belén dentro de una tinaja rota. ¿No es entrañable?

21/12/1982 – Ahora mismo está nevando sobre la ciudad del Tormes, así que hasta es posible que tengamos White Christmas, como es reglamentario en los países de la OTAN. En Nochebuena tenemos cena obligatoria en el cuartel. Ni en tan señalada fecha nos dejan tener la fiesta en paz. Son odiosos. En fin, que durante estos días lo paseís más o menos bien y no llegueis a arrojaros los langostinos a la cabeza. No os comais todo el turrón, dejadme algo. Controlad la bebida, la comida y sobre todo la ingestión de mayonesa. Sed justos y benéficos.

23/12/1982 – Ante intolerable provocación "Comando Rock", constituido grupo subversivo "Brigada Erótica" para actuar esporádicamente y por sorpresa causando desconcierto entre los mandos. ¡A la Revolución por el Glamour! (hablo de un grupo formado por esas fechas bajo la inspiración del Ministerio de Defensa para dar un toque moderno a la institución). – Convertido por aclamación popular en el mejor conferenciante de Charlas Teóricas 1982: Empecé con la inflación y acabé con insurrección. Desde entonces, suprimidas las Charlas Teóricas. (El teniente decide organizar unas charlas culturales, para lo cual requiere la cooperación de los universitarios. Como soy economista, me encarga una charleta sobre mi especialidad, creyendo que voy a hablar de la Bolsa y tal. Pero hablo de política fiscal, del gasto público y de su distribución, del gasto militar y su nefasto efecto. La gente me aplaude a rabiar y se acabaron las charlas).

02 marzo 2005

Cartas - Noviembre 1982


10/11/1982 – Hoy tengo cabocuartel voluntario. Y me dirás: ¿voluntario? Si, voluntario. Porque a las altas instancias se les ha ocurrido que nos aburrimos y han decidido programar toda una serie de festejos y actividades para tenernos ocupados. Como por ejemplo y por veinticinco pesetas cada una, las matinés de tiro, la monta de tiendas, las sesiones de pista americana... Total, que esta semana he decidido apuntarme a todos los servicios posibles para 1) evitar situaciones de peligro para mi integridad física, 2) intentar un pase de fin de semana. Por lo demás me aburro mucho y he decidido apuntarme a una autoescuela y aprender a conducir.

16/11/1982 – Hoy hemos tenido tiro, para variar. Por primera vez he tirado con pistola, una Star 9 mm. Parabellum. Está bien, porque siempre es útil saber manejar un trasto de éstos en el caso de que quiera asesinar a alguien. Y tengo una lista de candidatos. Mañana hay marcha guay del Paraguay. Me tomaré un Tepazepan, que soy cardiaco y por esta razón / no debo llevarme ninguna emoción.

25/11/1982 – Los del séptimo llamamiento no hacen más que licenciarse. Resulta que nuestro amado Komandante ha decidido que se licencien por turnos: primero los buenos y con diploma (un acto muy emotivo). Después los regularcitos. Y por último los malosillos y rebeldones. El resultado es una semana interminable con la horrible sensación de que unos se van y otros nos quedamos. Hay que vivirlo para entender lo perverso del plan.

26/11/1982 – Debido a mi triunfal semana de servicios concentrados, no he aparecido casi por la autoescuela. Estoy deseando volver a acelerar, ¡qué sinnndrome! Tanto Xavier como Santi atraviesan uno de sus momentos encantadores. Debe ser porque casi no nos vemos y no estamos tan hartos unos de otros. Lo que si voy a notar es la ausencia de algunos del séptimo, que me caían bastante bien y me ayudaban a pasar las largas mañanas del Charro.

30/11/1982 – Aquí estoy, en Tejares, a veinte bajo cero. Por suerte, creo que es la última vez que visito este adorable resort. Parezco una alcachofa, tanto por el color como por las capas de vestimenta. Esto no se parece nada a las fantasías épicas de Spandau Ballet, más bien a alguna novela deprimente de Dostoievski, por el ambiente invernal y por los personajes. ¿O es Kafka? Hay un Komandante-Jefe-de-dia que nunca viene –pero se le espera. En la FM suenan Mocedades –y después Yazoo (¡!). Para colmo me estoy leyendo "En la cripta" de H.P.Lovecraft. Creo que esta noche lo pasaré mal haciendo el relevo en la Casamata (apartada garita de la que se cuentan arcanas historias de muertos y apariciones). El-que-repta-en-la-casamata, Nyarlathotep, nauseabunda presencia arrastrándose en la fría oscuridad. ¿Qué rayos hago yo aquí, 30 de noviembre de 1982 a las 17:30h. y a –20 grados C, vestido de alcachofa y esperando al Komandante-Jefe-de-día? Santa Bárbara me mira y sé que algo sabe, pero le pregunto y ni se inmuta la muy esfingoide. La detesto.