27 abril 2005

La pluma de Ratzi.


Leo estos días en periódicos y blogs las barrabasadas pronunciadas por algunos políticos y religiosos en torno a la reforma legal del matrimonio civil que permite las uniones homosexuales. Nada que me sorprenda, es la misma caca de siempre: posturas retrógradas basadas en prejuicios tontos que se fundamentan en la más completa ignorancia de lo que es la sexualidad.

Lo que me viene entonces a la cabeza y querría comentar aquí es la situación –patética o ridícula o las dos cosas- de muchos maricas de derechas. Porque un homosexual o bisexual de derechas es un marica, NUNCA un "gay". La palabra gay (alegre, vistoso) contiene un mensaje implicito de rebeldía y reivindicación, de orgullo en el sentido de "aquí estoy yo, tan bueno, tan valioso como el más macho de los héteros".

Pero ¿cómo se siente un marica católico que vota al PP cuando oye cosas como las que se oyen estos días?. Y hay muchísimos, muchos más de lo que se cree, porque muchos están casados y son padres de familia y van a misa de doce los domingos con su mujer y con sus hijos.

Siempre se ha dicho que no hay cosa más tonta que un obrero de derechas, y parecida sentencia podría aquí aplicarse. Pero es que hay mucha masoca suelta.

Mi vida: 1984 / 1988


Época dorada. Voy mejorando en mi vida laboral, con altibajos: de la ventanilla a la promoción comercial y me destinan a Pontevedra. Me niego, me castigan con un puesto de contable: yo encantado, pero me embarcan en un extraño proyecto de identificación fiscal de cuentas corrientes. Aquello fracasa, me quedo colgado pero aprovecho un leve enchufe y me coloco en Dirección Central, en la mesa de Tesorería. Me llevo fatal con mi jefe, me quiere perder de vista y me coloca en otro departamento adjunto, encargado de la redacción y edición de la revista de bolsa del banco. Allí seré feliz durante muchos años, tendré amigos, me ascenderán.

Después de los fracasos con Javier y con Diego, lo sentimental queda congelado hasta nueva orden. Con el primero restablezco relaciones: Vive en Barcelona y se ha convertido en un importante ejecutivo de una poderosa multinacional. Lo que siempre quiso, pero tiene su corazoncito y necesita algo más que dinero y posición. Un poco de amistad, un poco de sinceridad. Eso si se lo puedo dar.

Me divierto: No me pierdo un estreno de cine o de teatro, me gasto una pasta gansa en música, libros, revistas. Estoy en cada inauguración, en cada concierto. Salgo mucho, bien con el grupo de Diego, más formalitos, bien con el de Luis y las niñas, mucho más gamberros. Luis conoce a Totón a través de Eva, hermana de Mar. Totón es un niño grande, alto, guapo, ingenuo. Es pijo hasta el vómito: nikis rosa de Lacoste, zapatos Castellanos con borlas, un llavero con pelotita de golf sobresaliendo del bolsillo del pantalón burdeos de Zarauz. Muchas horas de Keeper y Pachá. Luis se encarga de seducirle, malearle y hacerle un hombre. En agosto del 87 estamos los tres en Marbella. Hemos alquilado un cutre apartamento en el centro de la ciudad. Vamos cada día a la playa de Puente Romano o a las dunas de Cabopinos. Nos colamos en todas partes, en Pepe Moreno, en Olivia Valere, en Regine’s. En ese mes de vacaciones tonteo como nunca pero no me como una rosca.

Poco después hay una incorporación al grupito de Diego y Eduardo: Ignacio. Tiene mi edad, es abogado y empleado de banca como yo. Rápidamente congeniamos y empieza a formarse un grupo dentro del grupo: Eduardo, Ignacio y un servidor nos convertimos en "las tres odiosas" o "las jirafas" según el grado de simpatía que podamos despertar entre el distinguido público de Rick’s.

24 abril 2005

Lección de Histeria


De la Enciclopedia Alvarez, edición 2037.

En 2009, tras el pavoroso atentado terrorista tramado por el contubernio franco-iraní contra Disneyworld en Florida, el presidente de los EE.UU., Jeb Bush, ordenó lanzar bombas nucleares sobre París y Teherán. Con esta acción preventiva se castigó a los culpables y se evitaron males mayores, lográndose la unión de la Nueva Europa bajo el mando de la OTAN.

En aquellos dramáticos momentos, nuestra Patria se hallaba al borde del abismo, arrastrada al cenagal de la Historia por el gobierno radical de la Horda Roja. Hasta que el 28 de Diciembre de 2010, un puñado de héroes y de patriotas se levantó contra la depravación y –tras una corta pero intensa batalla- tomo el poder para reestablecer la Democracia.
Asesinada poco después la familia real al completo en un atentado terrorista de la criminal banda vasco-islámica Euskadi ‘ta Islamiya (ETI), fue proclamada la República de España, cuyo primer presidente –a título vitalicio, por aclamación popular y por la Gracia de Dios- es D. Josemaría Aznar.
El nuevo gobierno restableció el orden y un año más tarde se aprobó en Referéndum Nacional la Constitución de 2011, que consagra la eterna unidad de los hombres y las tierras de España bajo la advocación de María Santísima y el primado espiritual de Su Santidad el Romano Pontífice.

Desde entonces nuestra Patria ha vivido un periodo de paz y progreso sin precedentes. Los enemigos de España, rojos, separatistas, ateos, sodomitas y degenerados de toda suerte y condición fueron desterrados a la isla-prisión de Fuerteventura, donde se regeneran mediante el trabajo y la oración.

19 abril 2005

Habemus Papam

Carissimi fratelli e sorelle: Habemus Papam, Josephus, Sanctae Romanae Ecclesiae cardinalem Ratzinger Z, Benedictus XVI...

¡¡¡¡¡PUÑOS FUERAAAAA!!!!!

14 abril 2005

1984 - Diego

Principios de abril de 1984. Es Viernes de Dolores, el santo de mi abuela, hace una tarde preciosa y paseo por Recoletos. Entro a las salas Picasso de la Biblioteca Nacional para ver la exposición de Edvard Munch. A esa hora hay poca gente y es agradable contemplar pinturas –aunque el expresionismo nórdico no sintonice exactamente con mi primaveral estado de ánimo. Cuando estoy terminando de ver la exposición me entero de que hay otras dos en salas adyacentes: Una de fotografías de Walker Evans y otra de cuadros de faros de Eduardo Sanz. Así que paso a ver la del fotógrafo, y justo en la entrada me cruzo con un chulazo rubio de uno noventa que quita el hipo. Me quedo mirando, claro, y cuando recupero el sentido me doy cuenta de que hay un sujeto que se ha quedado tan pasmado como yo. Le miro, me mira, y me río. Sigo con la exposición. Muy curiosa, fotografías de los años treinta y la Gran Depresión en los EE.UU. Y entonces percibo una cierta mirada que se clava en mi nuca. Es el tipo de antes, me ha seguido y no me quita ojo. Así que presto un poco de atención. Es de estatura mediana, moreno, con gafas, un poco calvo, cuerpo atlético. No estaría mal si no fuera por la pinta de seminarista tolili que me trae. Termino de ver las fotos y paso a la sala donde se exponen los faros-falos. Las pinturas me sorprenden agradablemente con su simbólica mezcla de arquitectura y naturaleza en tonos azules. El seminarista ya no se esconde y comenzamos el tipico tira y afloja de a ver quien se acerca a quien. Finalmente es él quien me aborda con un práctico: "Hola, me llamo Diego".
Salimos a la calle, tomamos unas horchatas en la terraza Teide y me cuenta miles de cosas: que estuvo en la fiesta de La Luna de Madrid, que es amigo de Rodrigo –el dibujante y pintor que publica un comic genial, "Manuel", en la misma revista, y al que yo también conozco por Miguelón. Que es fan absoluto de las Vainica Doble –y se sabe todas las canciones... Luego, yo me tengo que ir pues debo pasar por casa de mi abuela para felicitarla, pero nos damos los teléfonos. Es el inicio de una apasionada relación que durará sólo 3 meses. Pero después se prolongará en una amistad de años.

A finales de abril Diego celebra su cumpleaños (cumple 27) y nos invita a merendar en Solesmes, un cafetín proustiano de mesas-camilla en la calle de la Amnistía. Allí están sus amigos de la facultad, y entre ellos Eduardo y su hermana. Eduardo me cae fatal, no para de hablar con un tono nasal insoportable de todas las cosas que ha visto en su último viaje por no sé dónde. Y tiene pluma, aunque Diego asegura que no entiende. Como siempre, me equivoco de medio a medio y Eduardo será –es- uno de mis mejores amigos. Aunque entiende, vaya que si entiende...
Diego me presentaría después a otros amigos que acabaron siendo mis amigos. Mención especial a Pilar y a Cristina. Todos ellos –sin olvidar a Luis y sus niñas- contribuyeron a sacarme de la depresión postmilitar-laboral.

Diego tenía sus defectos, como todos, pero fue siempre atento y cariñoso y le quise entrañablemente, a pesar de todo lo que le pude criticar. A través de los años vivimos juntos cosas buenas y malas y podría estar días enteros hablando de Diego, de sus contradicciones, de sus neuras, de su ternura.

En julio de 2002 celebramos mi cumpleaños en un restaurante italiano. Estábamos Diego, Eduardo y yo con nuestras respectivas parejas. Fue un sábado, y el lunes Diego me llamó por teléfono: no se encontraba bien y pensaba que algo que habíamos cenado estaba en malas condiciones. Yo le aseguré que nosotros estábamos perfectamente, a pesar de haber comido lo mismo. El miércoles recibí en mi móvil una llamada de Adolfo, su pareja. Diego acababa de fallecer. Una meningitis. Fulminante, no se pudo hacer nada.

Diego era un católico convencido y me gustaría pensar que nos espera en el Cielo, tocando el arpa sobre una nube mientras destroza una canción de las Vainica. Como yo no soy creyente, me conformo con guardar su recuerdo y escribir aquí ésto en memoria suya. Pues uno no muere del todo mientras haya alguien que le recuerde.



12 abril 2005

Mi vida - 1984


En una de mis primeras salidas en plan escayola, acudo a un acontecimiento mítico: La fiesta de presentación de "La Luna de Madrid" en el hotel Palace, diciembre 1983, con actuaciones de Golpes Bajos y mis idolatradas Vainica Doble. Están todos los famosos, entre ellos Carlos Berlanga, con quien ya he coincidido alguna vez en la barra del Ras y que no me quita ojo. Poco después recibo mi primera paga extra de Navidad, que invierto integramente en un espectacular equipo de música. Coincido un par de veces con Luis, el amigo de Miguelón, y cambio de opinión respecto a él. Antes de la mili me había parecido un niñato cretino, ahora me parece un loco encantador. Una tarde quedamos en un antro de Malasaña. El pretexto es la actuación en directo de su amiga Paloma –punki de El Viso- con su nuevo grupo. Imitan a los Pale Fountains, pero se han metido un tripi o algo peor y no hacen más que desbarrar y el concierto se suspende. Luis y yo, acodados en la barra, nos descojonamos de todo. Pedimos cocacolas, que mezclamos con una botella de whisky DYC comprada en el ultramarinos y escondida en la gabardina. El resultado: Tremenda borrachera, vomitona y resaca mortal al día siguiente. Durante años no soportaré el sólo olor del whisky. Pero nos hacemos superamigos. Me presenta a sus otras amigas: Lulú es punki masoquista, tiene un grupo de estética nazi y se dedica a entrar en los bares de negros de Chueca (entonces los había) gritando cosas como "negros, hijos de puta, iros a Africa". Los negros, naturalmente, la canean –y ella es feliz. Luego está Edith Puaff, la exhuberante venezolana -heredera de un imperio petrolero al otro lado del charco- que ha formado con Paloma un grupo inspirado en Devo. Su mayor éxito es el superhit "hombre caramelo". Y por último, Mar, una chica de la que me hubiera podido enamorar –si yo no fuese tan poco bisexual. Mar es muy joven y ya tiene un pasado. Morena y garbosa, tiene un aire como de miliciana de la Guerra Civil. Tiene cabeza, tiene tetas, volvería locos a muchos hombres, pero se complica siempre la vida con amores difíciles. En Carnaval nos disfrazamos y nos colamos en el baile del Círculo de Bellas Artes. Mar y su prima Susana van de princesas rusas, Luis de superhéroe de plástico, yo de fraile –lo que me permite ligar con un montón de monjas, obispos y cardenales.

06 abril 2005

...y ahora Rainiero!


Y ahora debemos hacernos la pregunta fundamental que acongoja en estos difíciles momentos a todo el Orbe Cristiano:
¿Quién va a ir al funeral del Papa en representación del principado monegasco?
Porque en las exequias de Pablo VI y Juan Pablo I estuvieron al pie del cañón Rainiero y Gracia –ella siempre tan mona. Pero ahora... ¿Se atreverá Alberto a salir definitivamente del armario y aparecer con una pareja del mismo sexo en la Meca de la homofobia? ¿Seguirá armarizado y recurrirá como otras veces a su hermana Carolina –siempre tan mona? ¿Carolina + Ernesto de Hannover = numerito etílico del segundo en pleno Vaticano? ¿Se presentará Estefanía con algún chulazo / camarero / domador de circo?

Papa de Masas


La avalancha de fieles obliga a las autoridades de Roma a bloquear la fila de peregrinos (El País)

Miles de personas -se habla ya de 1,2 millones- esperan colas de hasta 14 horas para honrar al Papa (El Mundo)

"Es que era un papa muy querido", dirán muchos, "y especialmente por los jóvenes" añadirán. Muy querido fue Juan XIII y no hubo avalanchas en su velatorio. No señores, lo que produce toda esta locura es la conjunción de tres factores:

1.- Juan Pablo II ha sido el primer papa global. En su juventud fue un actor y al llegar al pontificado no renunció a seguir siéndolo. Ha sido una estrella mediática, ha utilizado la televisión como nadie, ha hecho el payaso cuando tocaba una gracieta y se ha puesto serio después para reñirnos a todos. Por eso los medios le adoran, les sube el share y les pone a cien. Al pobre Roncalli sólo le conocían los católicos y en estricto blanco y negro; A Woytila le conocen todos los catódicos en Yakarta, en Alma-Ata y hasta en Pyongyang.

2.- Existe una tendencia natural de los seres humanos –debería ser urgentemente estudiada por los antropólogos- a ponerse en la cola de lo que sea. Lo mismo me da la capilla fúnebre del Vicario de Cristo que la caravana anual de Semana Santa con destino Alicante. El caso es seguir a la multitud de acuerdo con el viejo lema: "¿dónde va Vicente? – donde va la gente". Si hay gente haciendo cola es que merece la pena, vete a buscar a los niños que yo os guardo el sitio...

3.- Los viajes a Roma se han abaratado hasta el absurdo. Al funeral de Pablo VI fueron los Reyes y Fabiola. Al de Juan Pablo II, con tarifas low fare, puede ir hasta Manolo el de Viajes Halcón. Si encima el Senatus PopulusQue Romanorum ofrece albergues gratis, mejor me lo pones.

03 abril 2005

De laboris solis

Esta noche ha fallecido Su Santidad Juan Pablo II.
Tanta gloria le dé Dios como descanso nos deja.